Cáncer de tiroides
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Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
¿QUÉ
AVANCES HAY EN LA INVESTIGACIÓN Y EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE TIROIDES?
Actualmente se están realizando
investigaciones importantes sobre el cáncer de tiroides en muchos hospitales
universitarios, centros médicos y otras instituciones en todo el país. Cada
año, los científicos realizan más descubrimientos sobre LAS CAUSAS DE LA ENFERMEDAD, CÓMO PREVENIRLA, y
cómo mejorar el TRATAMIENTO. En los
últimos años, por ejemplo, han aumentado las pruebas de los beneficios que
resultan de combinar la cirugía con la terapia con yodo radiactivo y terapia
con hormona tiroidea. Los resultados incluyen tasas de cura más altas, tasas de
recurrencia más bajas y una supervivencia más larga.
GENÉTICA
El descubrimiento de las causas
genéticas del cáncer medular de tiroides familiar (hereditario) permite ahora
la identificación de los miembros de la familia portadores del gen RET anormal para extirpar la tiroides y
así prevenir que el cáncer se desarrolle allí.
La comprensión de los genes anormales
que causan el cáncer tiroideo esporádico (no hereditario) también ha conducido
a mejores tratamientos. De hecho, ya se están usando tratamientos que atacan a
algunos de estos cambios genéticos, y se están desarrollando más de estos
tratamientos (vea información más adelante).
TRATAMIENTO
La mayoría de los cánceres de
tiroides se puede tratar exitosamente. Sin embargo, puede ser difícil tratar
los cánceres avanzados, especialmente si no responden a la terapia con yodo
radiactivo (RAI). Los médicos y los investigadores están buscando nuevas formas
de tratar el cáncer de tiroides que sean más eficaces y que causan menos
efectos secundarios.
CIRUGÍA
La CIRUGÍA es un tratamiento eficaz para la
mayoría de los cánceres de tiroides, y se puede realizar usualmente sin que
cause efectos secundarios significativos, especialmente cuando la hacen
cirujanos con experiencia.
A algunas personas que se someten a
cirugía de la tiroides les causa molestias la cicatriz que la operación deja en
el cuello. Los métodos más nuevos de cirugía pueden ayudar con este problema.
Por ejemplo, en la cirugía endoscópica, el cirujano opera en la tiroides al
insertar instrumentos largos y delgados a través de pequeñas incisiones en el
cuello en lugar de hacer una incisión más grande.
En un método aún más reciente, el
cirujano se sienta frente a un panel de control y maniobra brazos robóticos
para realizar la cirugía a través de una incisión debajo del brazo de modo que
no haya una cicatriz en el cuello. En la actualidad, es mucho más probable que
estos métodos se usen en afecciones de la tiroides que no sean cáncer, aunque
algunos médicos están ahora analizando si también se pueden usar para cáncer de
tiroides.
TERAPIA CON YODO RADIACTIVO (RAI)
Los médicos están buscando mejores
maneras de identificar cuáles cánceres son más susceptibles a regresar después
de la cirugía. Los pacientes con estos cánceres se pueden beneficiar al recibir
la terapia RAI después de la cirugía. Los estudios
recientes han mostrado que los pacientes que presentan niveles de tiroglobulina
muy bajos por 3 meses después de la cirugía tienen un riesgo muy bajo de
recurrencia incluso sin recibir terapia RAI. Aún se necesitan más estudios en
esta área.
Los investigadores también están
buscando maneras para hacer que la RAI sea eficaz contra más cánceres de
tiroides. Por ejemplo, en algunos cánceres de tiroides, las células tienen cambios
en el gen BRAF, lo que puede hacer que sean menos propensos a responder a la
terapia RAI. Los investigadores están estudiando si se pueden usar los nuevos
medicamentos que atacan la vía BRAF para provocar que las células cancerosas de
la tiroides sean más propensas a absorber yodo radiactivo. Estos tipos de
medicamentos podrían ser útiles en personas que tienen cáncer avanzado que ya
no responde a la terapia RAI.
QUIMIOTERAPIA
Algunos estudios están probando el
valor de los medicamentos quimioterapéuticos como el paclitaxel (Taxol®)
y otros medicamentos, así como QUIMIOTERAPIA combinada y RADIACIÓN para tratar el cáncer tiroideo
anaplásico.
TERAPIAS DIRIGIDAS
En general, los cánceres de tiroides
no responden bien a la quimioterapia. No obstante, están surgiendo datos
alentadores sobre algunos medicamentos dirigidos nuevos. Contrario a los medicamentos
de la quimioterapia convencional, los cuales funcionan al atacar las células
que crecen rápidamente (incluyendo las células cancerosas), estos medicamentos
atacan blancos específicos en las células cancerosas. Puede que los
medicamentos dirigidos funcionen en algunos casos cuando los medicamentos de
quimioterapia convencionales no sean eficaces, y a menudo presentan diferentes
efectos secundarios (y menos graves).
INHIBIDORES
DE TIROSINA QUINASA: una
clase de medicamentos dirigidos, conocidos como inhibidores de la tirosina
cinasa (TKIs), puede que ayuden a tratar las células cancerosas de la tiroides
con mutaciones en ciertos genes, tal como BRAF y RET/PTC. Muchos de estos medicamentos también
afectan el crecimiento de los vasos sanguíneos del tumor (vea información más
adelante).
En muchos cánceres papilares de
tiroides, las células tienen cambios en el gen BRAF,
los cuales les ayudan a crecer. Actualmente se están estudiando medicamentos
que atacan a las células con los cambios en el gen BRAF,
tal como vemurafenib (Zelboraf®), dabrafenib, y selumetinib, en
cánceres de tiroides con este cambio genético.
En un estudio, administrar
selumetinib a los pacientes con cánceres de tiroides que dejaron de responder
al tratamiento con yodo radiactivo (RAI) ayudó a que los tumores de algunos
pacientes respondieran nuevamente al tratamiento con RAI. Esto no solo ayudó a los
pacientes con mutaciones BRAF, sino también con
mutaciones en un gen diferente llamado NRAS.
Otros inhibidores de tirosina quinasa
que han mostrado ser promisorios contra el cáncer de tiroides en estudios
clínicos incluyen sorafenib (Nexavar®), sunitinib (Sutent®),
pazopanib (Votrient®), cabozantinib (Cometriq), motesanib
(AMG 706), axitinib (Inlyta®) y vandetanib (Caprelsa®).
El vandetanib y el cabozantinib son
medicamentos dirigidos que han mostrado ser útiles en el tratamiento de cáncer
medular de tiroides (MTC) en estudios clínicos, y actualmente están aprobados
para ser usados contra las formas avanzadas de la enfermedad. Algunos otros
inhibidores de la tirosina quinasa, tal como el sunitinib, el sorafenib y el
pazopanib, ya fueron aprobados para tratar otros tipos de cáncer. También
pueden ser útiles contra el MTC y los cánceres de tiroides diferenciados si
otros tratamientos ya no surten efecto.
MEDICAMENTOS
CONTRA LA ANGIOGÉNESIS: a
medida que los tumores crecen, éstos necesitan un suministro de sangre más
grande para obtener suficientes nutrientes. Los tumores logran esto al formar
nuevos vasos sanguíneos (un proceso llamado angiogénesis). Los medicamentos
contra la angiogénesis funcionan al interrumpir estos nuevos vasos sanguíneos.
Algunos de los inhibidores de tirosina quinasa que se mencionaron
anteriormente, tal como axitinib, motesanib, sunitinib, sorafenib, pazopanib, y
cabozantinib tienen propiedades antiangiogénicas.
Otros medicamentos contra la
angiogénesis que se están estudiando para ser usados contra el cáncer de
tiroides incluyen bevacizumab (Avastin®), lenalidomida (Revlimid®),
y lenvatinib.
OTROS
MEDICAMENTOS DIRIGIDOS: un
reciente estudio preliminar encontró que la combinación del medicamento de
quimioterapia paclitaxel (Taxol) con el medicamento dirigido efatutazone podría ser útil en pacientes con
cáncer tiroideo anaplásico. El efatutazone ataca a un receptor llamado PPAR-gamma.
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