lunes, 15 de septiembre de 2014

RADIOTERAPIA DE HAZ EXTERNO PARA EL CÁNCER DE TIROIDES

Cáncer de tiroides

Copiado de MedlinePlus
Un servicio de la

 Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.


RADIOTERAPIA DE HAZ EXTERNO PARA EL CÁNCER DE TIROIDES

La radiación externa usa rayos (o partículas) de alta energía para destruir las células cancerosas o disminuir su crecimiento. Se enfoca cuidadosamente un haz de radiación desde una máquina fuera del cuerpo. Generalmente, este tipo de radioterapia no se usa contra cánceres que absorben yodo (esto es, la mayoría de los cánceres de tiroides diferenciados), los cuales se pueden tratar mejor con TERAPIA DE YODO RADIACTIVO. Se usa con más frecuencia como parte del tratamiento del cáncer medular de tiroides y el cáncer anaplásico.
Cuando un cáncer que no absorbe yodo se ha propagado fuera de la tiroidea, la radiación externa puede ayudar a tratar el cáncer o podría reducir la probabilidad de que la enfermedad regrese en el cuello después de la cirugía. Si un cáncer no responde a la terapia con yodo radiactivo, se podría usar la radiación externa para tratar la recurrencia local del cuello o las metástasis a distancia que están causando dolor u otros síntomas.
La radiación externa generalmente se administra 5 días a la semana durante varias semanas. Antes de iniciar el tratamiento, el equipo médico tomará cuidadosamente medidas para identificar los ángulos correctos para emitir los haces de radiación, y las dosis adecuadas de radiación. El tratamiento por sí solo no causa dolor y es muy parecido a la de hacerse una radiografía común. Cada tratamiento dura sólo unos minutos, aunque el tiempo de preparación (colocarle en el lugar correcto para el tratamiento) usualmente toma más tiempo.

POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS

La desventaja principal de este tratamiento es que la radiación puede destruir los tejidos sanos cercanos junto con las células cancerosas. Algunos pacientes presentan cambios en la piel similares a una quemadura solar, pero éstos se van desapareciendo lentamente. La dificultad para tragar, la sequedad de la boca, la ronquera y el cansancio también son efectos secundarios potenciales de la radioterapia externa dirigida a o cerca de la tiroides.
Para reducir el riesgo de efectos secundarios, los médicos calculan cuidadosamente la dosis exacta que se necesita y enfocan el rayo con la mayor precisión posible para llegar al blanco.
Para más información sobre la radioterapia, lea nuestro documento RADIOTERAPIA: UNA GUÍA PARA LOS PACIENTES Y SUS FAMILIAS.

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